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lunes, 1 de abril de 2013

HIJOS DE INMIGRANTES Y LA FILATELIA

Allá por los años 50, el 90% de los pibes del barrio de la Boca, eramos
hijos de inmigrantes, Italianos o Españoles.
De ahí, muchos de nuestros apodos, tano o gallego para los criollos.
Uno de mis amigos "el galleguito" me daba los sobres que recibía con
cierta frecuencia, de la tierra de sus padres, y yo "el tano" le daba los que
recibía mi padre desde Livorno, su tierra natal.
Comenzábamos la primaria en la escuela "Quinquela Martín" situada
en la calle Pedro de Mendoza entre Iberlucea y Palos, a cinco cuadras
de casa.
Las mamas de la época competían para ver quien mandaba a sus hijos
con el guardapolvo mas almidonado y blanco y los zapatos mejor lustrados,
el peinado impecable y hasta uno que otro, llevaba en ese entonces un
reloj de pulsera, esto solo para alumnos de quinto o sexto grado.
Aunque la mayoría tuvimos uno, cuando cumplimos 18 años, junto con
la llave de casa.
A pesar de la impecabilidad de nuestros guardapolvos, siempre los pantalones
cortos, remendados en el trasero, por debajo del mismo.
Así los entretenimientos eran pocos, Los primeros televisores del 58/60,
pocos podían adquirirlos, no eran productos masivos en ese entonces.
Los pasatiempos eran la lectura, las figuritas y la filatélia, además de la bolita,
la pelota en la calle,los autitos con masilla, el trompo, el balero y el yoyo.
El cine los domingos, donde daban tres peliculas y un capítulo de aventuras
que continuaba la otra semana y que normalmente veíamos gratis, porque
las daban en la Iglesia "San Juan Evangelista" presentando el cupón que te
daban al salir de misa por la mañana de ese día, de no tener el cupón había
que pagar 50 guitas (pero eso lo reservábamos para los caramelos).

LA FILATELIA SIN CATALOGOS
Al recibir las cartas, lo primero que hacíamos era recortar las estampillas
y lavarlas, algunos probaban despegarlas con el vapor de la pava.
Después, los mas avanzados, hacían las bisagritas con cinta adhesiva y
los principiantes, engrudo de harina y agua, y al cuaderno mas o menos
ordenadas por paises, los que teníamos algún conocimiento de conservación
de este material, las guardábamos en sobres, sin pegarlas, hasta poder
comprar un álbum mundial.
A continuación muestro mis primeras joyas filatelicas.

                                                  TODOS COLECCIONABAMOS LO QUE
                                                  LLEGABA  DE EUROPA
   
                                    UN VIEJO Y AJADO SOBRE DE LA EPOCA, CUYOS
                                    SELLOS AUN PERMANECEN EL EL MISMO.
                                                                       
                                    DE ESTAS, LOS CHICOS TENIAMOS MILES, AUN
                                    CONSERVO CIENTOS DE ELLAS.

Después estaban las difíciles, que no las cambiaba nadie, como las que muestro a
continuación.                      

                             
                                     LAS MAS DIFICILES, CUANTAS MAS TENIAMOS
                                     MEJOR ¡¡A NO CAMBIARLAS!!

Cuando comenzábamos a conocer los catálogos, porque algún chico del colegio
nos prestaba uno, veiamos que eran mas difíciles, porque eran mas caras.
Así comenzaba la triste ESPECULACION, te doy una de estas por estas tres
o estas cinco.
Hasta que este entretenimiento cultural llego a nuestros días, donde pocos 
cambian y el que cambia, lo hace a valor de catálogo, sino venden, con lo
cual el filatelista pasa a ser comerciante.

           

2 comentarios:

  1. Una vuelta a mi infancia. Muchas Gracias.

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  2. Es un recuerdo de los que hemos vivido esos años.
    Gracias por la visita.
    Roberto.

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