Vistas de página en total

sábado, 6 de junio de 2015

Ejemplo de un profundo estudio historico de una antigua moneda

El deseo del coleccionísta numismático, siempre fue
tener en su mano, un trocito de historia materializada
por una moneda de alguna época, región, etc.
Eso hace que sea tan importante conseguir piezas 
(llámese monedas, medallas, billetes, etc) de cierto
período y atesorarlo, luego de estudiarlo profundamente,
de acuerdo a bibliografía especializada como catálogos,
libros de historia.
Las preguntas que indudablemente se hace siempre un
numismático son:
¿ Porque manos habrá pasado esta moneda ?, que es
lo que se pretendía adquirir con ella, en esa época ?
Y por supuesto, sera verdadera o una imitación, por
ello ese estudio tan profundo.
En mis comienzos en el foro Español Imperio Numismático
encontré una entrada, que me sorprendió, el autor es un
miembro Argentino de dicho Foro, cuyo Nick es: numismatico 2013
que transcribo continuación:

 Prutah (Leptón) de Poncio Pilato. Jerusalén L IZ
 año 17 de Tiberio (30 - 31 d. C.)


ANVERSO Y REVERSO DE LA MONEDA



























Buenas a todos, hoy quiero presentarles mi nueva adquisición,
una de las monedas que más he buscado, el prutah (en este
caso también llamado leptón) de Poncio Pilato.
Esta moneda ha atestiguado todos los hechos evangélicos
de muy cerca, pudo haber estado en manos de Jesús o de
algún seguidor, no hay dudas de que estuvo “muy cerca”.
Además es la moneda que se ha encontrado en el ojo
derecho del hombre (hoy en día muchos aseguran que sin
dudas se trata de Jesús de Nazaret) de la Síndone, también
llamado Santo Sudario de Turín o Sabana Santa, es decir
el lienzo en que fue puesto el cuerpo del Señor una vez
bajado de la cruz.

Datación de la crucifixión

Sí, hay mucho más en el firmamento que declara que el
“Mesías ha llegado.” Pero para observar estas cosas,
debemos saber cuándo observar el firmamento.
Pedro utilizó el firmamento como prueba de que el Mesías
había llegado, pero, ¿cuál firmamento utilizó?
Existe una gran cantidad de obras eruditas que analizan
la fecha de la crucifixión de Jesús de Nazaret.
Estas obras, junto con los registros de historiadores romanos
y judíos, la arqueo-astronomía y las palabras de la Biblia
nos permiten identificar el día y casi el momento de su muerte.
Esta es una declaración extraordinaria.

Información acerca del calendario judío



Por ley y por costumbre, el pueblo judío de la época de
Jesús reconocía que el sábado era un día de reposo absoluto.
Puesto que no se permitía trabajar durante el sabat, al
que nosotros nos referimos como sábado, el día viernes
llegó a ser conocido como el Día de la Preparación.
Era un día cuando se preparaban las comidas y otras
necesidades de antemano para el día sábado.
Esta es nuestra primera clave para determinar la fecha
de la crucifixión, puesto que los cuatro Evangelios declaran
que Jesús fue crucificado durante el Día de la Preparación,
un viernes.
Este también es la opinión general común de los Patriarcas
de la Iglesia y de los eruditos por todas las épocas de la historia.
Los Evangelios también registran que la crucifixión ocurrió el
día antes de la festividad de la Pascua.
Esta es la segunda clave importante, puesto que nos ofrece
una conexión sólida con el antiguo calendario judío.
La Pascua siempre comenzaba el día 14 del año lunar judío Nisán.
(Nisán 14 cae siempre durante la primavera, por lo cual la
Pascua se celebra en ese tiempo).
Por tradición judía, la Pascua comienza durante el crepúsculo,
la línea divisoria entre la fecha de Nisán 14 y 15.
En el calendario judío (al igual que en el nuestro) una fecha
del mes puede caer en cualquier día de la semana.
Este “flotamiento” entre los días de la semana es la razón
por la cual la segunda clave es tan importante.
Cuando juntamos estas dos piezas Bíblicas del rompecabezas
podemos darnos cuenta que la crucifixión debió haber
ocurrido en un año cuando Nisán 14 cayó en viernes,
el Día de la Preparación. Esto reduce nuestra investigación
considerablemente.


El Año

Jesús fue condenado a muerte por el procurador romano
Poncio Pilato. Pilato era el procurador romano de Judea
entre los años 26 d.C. a 36 d.C.
Esto limita nuestra búsqueda a una fecha durante esos años.
En Trasfondo Histórico descubrimos que Jesús nació entre
los años 6 y 4 a.C.
Y también existen importantes claves Bíblicas: el Evangelio
de Lucas registra que Jesús comenzó su ministerio público
cuando “tenía unos 30 años”, y el Evangelio de Juan registra
tres Pascuas anuales durante el ministerio de Jesús.
Combinadas, estas piezas del rompecabezas añaden a una
fecha de crucifixión que cae en los años 30, d.C.
Durante estos años, Nisán 14 cayó en viernes, Día de la
Preparación, dos veces: el 7 de abril del año 30 d.C. y
el 3 de abril del año 33 d.C. 

La historia sísmica del Mar Muerto revela el día en
que fue crucificado Jesús de Nazaret

Geólogos estadounidenses y alemanes analizaron la
historia sísmica del lugar donde murió Jesús, que de
acuerdo al Evangelio de San Mateo el día de su crucifixión
se sintió un gran terremoto.
La investigación realizada en la zona del Mar Muerto dio
como fecha exacta el viernes 3 de abril del año 33, cuando
Jesús murió en la cruz, así lo publica el diario ABC.es.

Según la investigación, que aparece publicada en
International Geology Review, los geólogos Jeffeson
Williams, del Supersonic Geophysical, y sus colegas
Markus Schwab y Achim Brauer del Centro de Investigación
alemán de Geociencias analizaron el subsuelo de la playa
de Ein Gedi, en la orilla oeste del Mar Muerto, donde
encontraron sedimentos que revelan que al menos dos
grandes terremotos que sacudieron la zona: uno el 31
antes de Cristo y otro producido en algún momento entre
el 26 y el 36 después de Cristo.
Comparando los datos geológicos, astronómicos y otros
del calendario judio se confirma que de acuerdo a los
evangelios, Jesús murió cuando Poncio Pilatos era
procurador de Judea entre el 26 y 36 d.C. que resulta
el viernes 3 de abril del 33 como la fecha de su muerte.

Jeffeson Williams explica que en el capítulo 27 del
Evangelio de San Mateo se relata que cuando Jesús
estaba agonizando en la cruz, un terremoto sacudió
la zona, esparciendo las tumbas y oscureciendo el cielo.
De todas maneras hay que tener en cuenta que
muchos eruditos consideran que la fecha de la crucifixión
es en el año 30, pues descartan datos históricos del
Evangelio de Juan.

¿Estuvo mi moneda presente en el momento de
la crucifixión del Señor?

Bueno, hay que decir que depende de la fecha de la
muerte de Jesús, si la fecha es en el año 30, la moneda
no presenció los hechos, pero si la fecha es en el año 33
entonces sí.

Explicación:
En el reverso de la moneda la moneda de Pilato figura
la fecha de la misma, expresada mediante caracteres griegos:

Los posibles caracteres en los reversos de estas monedas
son: L IS, L IZ, L IH la letra L indica “año” y las otras dos
indican un número que es suma de ambos, es decir:

L IS: año 10+6 = 16; L IZ: año 10+7 = 17;
L IH: año 10+8 = 18

Estos años se cuentan a partir del comienzo del reinado
del emperador, en este caso, dicho emperador es Tiberio
(información que se obtiene en el anverso de la moneda);
ahora bien, Tiberio (hijo de Augusto) fue emperador del
Imperio romano desde el 18 de septiembre del año 14
hasta su muerte, el 16 de marzo del año 37, con lo cual
si sumamos nos damos cuenta de que la moneda corresponde
como mínimo al 18 de septiembre del año 30, con lo cual,
si la crucifixión tuvo lugar en abril del año 30, esta moneda
no pudo haber sido testigo, ahora bien, si el año de la crucifixión
de Jesús es en abril del 33 bien pudo haber estado en sus manos.

En sus ojos:

LAS MONEDAS EN EL ROSTRO DE JESÚS 

EI hombre de la Sábana Santa (o Síndone: palabra italiana
derivada del griego “sundon” = sábana, Iienzo) aparenta
haber tenido dos monedas sobre sus párpados.
EI numismático Antonio Beltrán además expresa: “Las
piezas de referencia podrían corresponder a sendos leptones
de bronce. Los tipos del símpulo y el lituo propios del
sacerdocio romano se añadían a las letras que el numismático
americano de Chicago Michael Marx a petición del padre Filas
creyó ver en las huellas y que componían la palabra griega
Kaisaros pudiendo corresponder a las conocidas piezas de
cobre que Poncio Pilato acuñó, a nombre de Tiberio emperador,
como gobernador de Judea.
Esta idea la corroboró el numismático especialista en
moneda hebrea Bill Yarbrough. Si fuera así, este argumento
y el derivado del análisis polínico de los sedimentos unidos
a la tela serían decisorios a la hora de aceptar la antigüedad
del Sudario, mucho más que los análisis polínicos que
necesitarían para ser creíbles que la tela de lino no hubiera
sido sometida a lo largo de su accidentada historia a infinitas
agresiones por el polvo, el fuego, los contactos con manos
humanas y todo género de incorporaciones de la polución
ambiental, lo que puede desnaturalizar el sistema de datación,
calibrado o no y con todas las inseguridades incluso cuando
se realiza sobre muestras no contaminadas”; y agrega:
“EI P. Filas cerraba sus argumentos a favor de la autenticidad
del sudario ... escribiendo: “Es completamente imposible
que un falsificador de la Edad Media o anterior haya sido
capaz de marcar huellas tan diminutas sobre los dos ojos en
negativo fotográfico sin pigmento y reproduciendo letras
y dibujos de dos monedas romanas acunadas en Palestina
en el año 29 y es difícil imaginar como podrían haber sido
puestas juntas estas dos monedas sobre los ojos del difunto
si este no hubiese muerto precisamente en tiempos del
gobernador que las acuñó, es decir, de Poncio Pilato”.
 

Se dice que la efigie de las monedas ofrece similitudes
asombrosas con el rostro de la Sábana tal y como aparece
a simple vista. Hay que tener en cuenta que debido al valor
que concedían a la imagen, los romanos trataban de reflejar
lo más fielmente posible la imagen del personaje por lo que
no dudaban en recurrir al retrato más exacto que de este
individuo se conservase.
Esto supone un factor importante para sostener que la Sábana
Santa procede de la antigüedad.
Mediante los análisis de las fotografías tridimensionales se
pudo lograr la observación que sobre los ojos de la imagen
sobresalían unos objetos diminutos, pensándose en un primer
momento en dos monedas.
Las investigaciones rápidamente detectaron que sobre el
ojo derecho aparecía una figura en forma de bastón y cuatro
letras mayúsculas: YCAI. La figura era la de un “cayado”,
elemento muy común que utilizaban los augures o adivinos
romanos, llamado “lituus”, (también los judíos pastores de
ovejas usaban un “bastón” similar); y las cuatro letras
coincidían con la leyenda de una pequeña moneda de
bronce y que ostentaba igualmente el “Iituus”.
Se trataba de un leptón acuñado por orden de Poncio Pilato
en los años 29 y 32 de nuestra era.

Las investigaciones numismáticas comenzaron con un 
problema: una de las letras identificadas no coincidía con
las leyendas de las piezas descriptas en la bibliografía
de moneda judía: donde debía estar una “K” había una “C”.
Las leyendas de este tipo de piezas eran las siguientes:
TIBEPIOYKAICAPOC (Tiberio César)
 
La leyenda de las inscripciones de la moneda Leptón, en
cambio dice: TIBEPIOYCAICAPOC La ultima letra de Tiberio:
“Y” y las tres primeras de César “KAI”, parecían las cuatro
letras que se distinguen en la imagen de la Síndone, pero
"YCAI" debería estar escrito con "K" y no con “C”.

El padre jesuita Francis L. Filas no se desanimó por este
aparente contratiempo y con la ayuda de expertos
numismáticos pronto fue informado de que los errores
de ortografía en este tipo de piezas no eran “raros”,
muy por el contrario resultaban frecuentes. 

Los “Leptones” de Pilato aparecen mal troquelados, con
una baja calidad técnica y, para completar estos “defectos”,
en Palestina para aquella época se alternaban el arameo,
el latín y el griego. ¿Podría ser la "C" discordante, la primera
letra de Cesar pero escrita en latín, en vez de la "K" en griego?
Actualmente ello se lo podría afirmar rotundamente:
se han hallado hasta ahora tres piezas con esta
característica que apoyan esta posibilidad.

Para el estudio completo de la moneda, hace falta conocer las
características numismáticas, en ellas se hace constar:
Peso, Módulo (diámetro), Metál, Número con que esta catalogada.

Hasta Pronto.
Roberto.





No hay comentarios:

Publicar un comentario